Reflexiones de viaje
- Fiore Cosignani
- 4 may
- 3 Min. de lectura
3 meses viajando sola, aquí algunas de las reflexiones que fui teniendo, y que en esa época compartía en el blog de una revista chilena conocida.

Ya son exactamente 3 MESES FUERA, me pareció un buen momento para reflexionar y confesarles ciertas cosas, la idea no es juzgar los comportamientos humanos, si no exponer algunas conclusiones y reflexiones:
“…Cuando estás viajando hay un hilo que te tira y que te suelta… Son mis miedos, son mis comodidades, son mis apegos…".
Ya saben esa sensación de cuando agarramos un colador para cernir la harina, y va cayendo de a poco, siento como que el universo agarró ese colador y lo está moviendo rápido y constante de izquierda a derecha, todo lo esencial va quedando y lo demás se cae. Así de gráfico y así de intenso.
Ya me he preguntado varias veces cuál es y dónde está mi hogar.
No tengo idea en qué va a terminar todo esto.
Los amigos que te haces, son ángeles en tu camino, y pasan a ser amigos del mundo, yo les empecé a decir Soulfriends. Los amores que conoces son intensos, románticos y a veces pasionales aunque pasajeros, pero siempre hay uno que importa más, y siempre hay uno que te enseña más, más sobre ti…
Existen brechas culturales que van más allá del idioma y eso a veces pesa, y angustia, no importa que tan bien hables el idioma, la cultura y las costumbres son cosas que solo con el tiempo las aprendes, obviamente con alguna buena historia como lección.
"Siempre te vas a encontrar con un Chileno, y el 90% de las veces va a ser increíble.".
No me arrepiento ni por un segundo de haber dejado todo para vivir esta experiencia, todo lo que he vivido hasta ahora ha sido impresionante, imposible de cuantificar. He aprendido cosas que me tomó años pero por fin pude poner en práctica. He aprendido a vivir en el presente, no siempre, pero por instantes logro hacerlo y es la sensación más gratificante que he sentido. No sé cómo ni cuándo voy a volver a Chile, pero me siento capaz de poder lograr cualquier cosa.
Quiero inspirar a más personas con esto.
A mis amigos que me preguntan -cada día menos- cómo estoy, muchas veces me dan ganas de decirles que lean el Blog se actualicen un poco y luego seguimos conversando. Si no, es partir contando todo de nuevo una y otra vez, y no es que no quiera, es que pongamos todos de nuestra parte.
Muchos de tus ex amores van a volver a querer saber de ti (probablemente los más importantes) de alguna u otra manera, es como que por fin eres libre y ellos se dan cuenta de tantas cosas, y no quiero que suene pedante, sino hacer hincapié en que gracias a esto he tenido las mejores conversaciones, las que quise hace años, pero ahora que estoy a millones de kilómetros de distancia por fin sucedieron, todas han servido para algo.

Cuando estoy cansada de la gente acá, digo muchos garabatos en Chileno, con mi amigo Rorro el también es Chileno. Nos desahogamos de todo y luego nos reímos. Con el Rorro nos decimos Ohana, que significa familia, sentimos esa pertenencia de estar lejos y compartir muchas inquietudes en común.
Mientras más cosas de mi vida privada escribo en el Blog, la gente más me escribe por interno para saber, eso es muy chistoso ( No se sientan intimidados de escribir esta vez).
Hablo mucho sola en español, a veces se me olvida que estoy en la calle, o lugares públicos y la gente me mira raro y yo los miro con cara de ¿te parezco rara?, porque soy lo más normal del mundo.
No todos los días son brillantes y mágicos como parecen en mis fotos de Instagram, hay días que la vida duele y quieres escapar a cualquier parte, pero al igual que la rana de los memes después me acuerdo que huir no es la solución, y se me pasa… Me acuerdo que hay que lidiar con los dolores y sobreponerse, esa es la virtud de la felicidad, y son esos momentos los que te hacen crecer.
Ha sido todo una aventura llena de momentos mágicos e inesperados, aun queda tanto por escribir, tanto por vivir.
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